Al salir de tu país de origen, empiezan cambios que debes enfrentar sin tu grupo de apoyo (familia, amigos), pero que te llevan a adaptarte a tu nueva realidad.

Emigrar puede verse como una aventura o como un camino imposible de transitar, sin embargo la experiencia nos dice que la disciplina y el empeño pueden lograr metas muy exigentes.

Siempre es recomendable un poco de investigación previo al viaje, para que los imprevistos y las sorpresas sean mínimas.

Permítete siempre un momento para drenar la frustración, y trata de hacerte una red de contención en grupos de voluntarios, iglesias o templos u otros migrantes que ya pasaron por este proceso.

Puedes hacer una lista con los eventos importantes que debes resolver: vivienda, empleo, escuelas, trámites para la radicación, y así organizar tu tiempo y tus actividades diarias.

Es difícil? Puede ser. Imposible? NO!

El ser humano es capaz de adaptarse según las necesidades que se le presenten, lo que si debes tener en cuenta es si realmente deseas o necesitas salir de tu tierra natal y recurrir a ayuda, inclusive psicológica, para enfrentar este cambio radical.