Desde el momento en que vemos por primera vez a nuestros hijos, nunca nos planteamos la idea de tener que separarnos de él/ella. Algunas inclusive los sienten como una propiedad, porque viniendo de su cuerpo, no creen que pudieran ser independientes en algún momento.

Sin embargo, estos procesos son normales con el paso de los años, y te vas adaptando mientras los vives. Pero ¿qué pasa cuando toca partir lejos de los hijos para abrir caminos y retornar a buscarlos?

No siempre es normal que quienes ya formaron una familia se trasladen por partes hacia donde se encuentran mejor, pues una decisión de este tipo involucra a todos los integrantes.

Emigrar va más allá de eso, es un proceso más radical que implica abandonar el país y la cultura que conoces, para empezar de cero.

En muchos casos, las madres se han visto en una encrucijada, irse sola y luego de tener una estabilidad mandar los pasajes / volver por los hijos, o salir con ellos con todo lo que implica manejar los cambios propios y los de los niños, para ayudarlos a encajar en su nuevo ambiente.

Cada caso tiene, como todo, sus pros y sus contras, y nadie puede juzgar las decisiones de esas mujeres que emprendieron el camino para buscar una mejor condición para sus hijos y su familia.

despedida de mama
Hazle saber a tus hijos que siempre estarás pendiente de ellos. Imagen de Kateřina Hartlová

Alejandra, por ejemplo, logró salir de Venezuela y luego de 9 meses, pudo regresar por su hijo de 9 años y volver a Argentina, donde ya logró cierta estabilidad. Pero no todos los casos pueden ser tan exitosos en tan corto plazo.

Carla, en cambio sigue añorando poder abrazar y besar a sus hijas, que quedaron a cargo de su abuela. Aunque obtuvo empleos apenas llegó al país que la acogió, no ha logrado reunir para los pasajes de ida y retorno para buscarlas.

Y es que emigrar no es solo un acto de mudarse de un país a otro, o salir por poco tiempo para volver a la rutina normal. Es un proceso que implica un desapego, un duelo y una reestructuración en todo sentido.

Así como nos cuenta Dislay, quien salió rumbo a República Dominicana, dejando a sus dos hijos con su papá. “Ya en el aeropuerto comienza el proceso de duelo…Porque es así, un proceso, uno para el cual quien no tenga fortaleza emocional no lo puede llevar de la mejor manera”

Como explicar que mamá debe partir

Cuando ya la decisión está tomada, no basta solo el pasaporte, el boleto y la preparación personal. Debes anticipar también que los niños no vayan a sentir esa partida como un abandono, sino como una oportunidad.

Si para ti como madre resulta un choque, para ellos como hijos esta separación no es normal, así que debes tener la entereza de explicarle las razones que te llevan a eso y las consecuencias positivas que tendrá para todos.

Durante el proceso siempre será importante involucrarlos a ellos, hablarle de las opciones que tienen y de los cambios que vendrán. Algunos, recurren a las comparaciones de situaciones positivas que tuvieron en el pasado y que podrán volver cuando cambien de lugar de residencia.

En el caso de Dislay, ella recurrió a esta opción con Eduardo, su hijo de 8 años, a quien le explicaba que saliendo de Venezuela “…tendremos posibilidades de poder recrearnos, comer mejor, poder comprarte ropa, zapatos… A él se lo tuve que explicar con lo material… Es lamentable, pero tuve que hacer comparaciones”

Aunque el proceso de migrar va más allá del aspecto económico (ésta será siempre una razón de peso), los niños difícilmente asimilarán la necesidad del cambio por factores como la seguridad, educación o salud, así que no te sientas mal si debes acudir a ello, para darles tranquilidad y confianza.

niños con tablet
Enseña a tus hijos como usar la tecnología para comunicarse contigo. Imagen de Nadine Doerlé

Por supuesto mantener el contacto siempre resultará un alivio para ambas partes, sobre todo porque la tecnología actual lo facilita. Así ellos mantendrán confianza en ti y tú podrás estar tranquila viendo que están bien, con lo cual tendrás la fuerza para seguir adelante.

Lo importante debe ser que el niño/a quede con alguien de confianza y que el proceso se inicie mucho antes de la fecha de partida, de manera que la transición no sea brusca para ellos.

Así que si decidiste emigrar en una avanzada solitaria, no permitas que tus niños queden a la deriva emocionalmente, consulta con especialistas si tienes dudas al respecto y ármate de valor para enfrentar un proceso brusco que amerita mucha paciencia y madurez.